El período
de gestación requiere una atención especial en la alimentación de la futura
madre para garantizar la salud del bebé y la futura madre. Por lo tanto, las
recomendaciones son cultivar buenos hábitos. Esto incluye una dieta equilibrada
y ejercicio moderado, lo que garantiza una mejor calidad de vida durante y
después del embarazo.
El embarazo
predispone a algunas enfermedades como la diabetes gestacional, que suele
aparecer alrededor de la semana 26 o 27.
Casi la
mitad de los casos de diabetes gestacional se pueden prevenir mediante la
adopción de una vida saludable antes y durante el embarazo, incluyendo una
buena nutrición, ejercicio físico y, en el caso del consumo de tabaco, el fin
del consumo de tabaco. Se apunta a una investigación realizada en los Estados
Unidos y publicado recientemente en la página web de la revista BMJ. (http://www.bmj.com/content/349/bmj.g5450)
Según la investigación, el factor de riesgo más fuertemente asociados
con la enfermedad fue sobrepeso u obesidad antes del embarazo. Las mujeres
tenían un índice de masa corporal (IMC) inferior a 33 antes del embarazo, por
ejemplo, mostraron un cuatro veces mayor riesgo de desarrollar diabetes
gestacional que las mujeres con IMC normal, es decir, hasta 25. Se considera
como la obesidad un IMC superior a 30. Por lo tanto la conclusión es que la
diabetes gestacional afecta a alrededor del 1% y el 3% de las mujeres
embarazadas y es más común en las mujeres obesas.
El embarazo se pasa a través de diferentes períodos y no es una dieta
específica necesaria para cada fase, pero hay una mayor necesidad de ciertos
nutrientes en determinados momentos. Mantener una buena dieta durante toda la
vida es esencial, especialmente durante el embarazo. Siga las dietas
extremadamente restrictivas en el embarazo temprano, sin embargo, puede afectar
el desarrollo del cerebro fetal. Además de una dieta baja ingesta de
carbohidratos y el aumento de la ingesta de fibra, es importante reforzar la
necesidad de la actividad física regular.
El déficit de nutrientes también debe ser evaluado y monitoreado
durante todo el período prenatal, ya que puede afectar el crecimiento del bebé.
Lo ideal es hacer un análisis de sangre al comienzo del embarazo para averiguar
lo que los nutrientes son deficientes en el cuerpo y así suplementar, como el
hierro para prevenir la anemia y ácido fólico.
Cambiar el estilo de vida durante el embarazo no es fácil. Pero desde
el momento del descubrimiento, el cuidado de la salud debe ser reforzada, ya
que la madre necesita hábitos saludables para su beneficio y el bebé. El
seguimiento médico y el hábito de una rutina sin estrés con una alimentación
saludable deben ser esenciales.
Referencias:
http://www.laprensa.hn/vidasana/753767-410/siga-estos-pasos-para-tener-un-embarazo-saludable
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