jueves, 23 de octubre de 2014

DIETAS MILAGRO

Fuente: Blowebs
Cuando se acerca el verano, un acontecimiento especial o algo similar, aquellas personas que tienen algún quilillo de más quieren perderlos en un periodo de tiempo corto, por lo que llevan a cabo lo que se conoce como dietas milagro, pero estas no son nada recomendables pues lo conseguimos con ellas son desequilibrios en el organismo que pueden repercutir en nuestra salud, pues estas se basan en una reducción de las calorías inferior a la que necesita el ser humano, lo que conlleva a una reducción de los minerales, y vitaminas, por lo que podemos decir que estamos ante una situación de semi-ayuno.


En estas dietas la pérdida de peso se produce básicamente por perder líquidos, electrolitos, proteínas y glucógeno debido al fenómeno del semi-ayuno, no por la pérdida de tejido graso (solamente un porcentaje muy pequeño) que sería lo que realmente nos interesaría.

Nuestro organismo ante la falta de energía para realizar su actividad normal la obtiene de las proteínas que se encuentran en el tejido muscular mediante su destrucción, por lo que va a disminuir su tamaño, además el músculo cuenta con gran cantidad de agua de la que se pierde mucha, por lo que al inicio de estas dietas se observa una pérdida de peso exitosa, pero presentan una serie de consecuencias pues se producen unos productos que son dañinos si se sigue con la dieta un periodo de tiempo largo, estos productos son los cuerpos cetónicos.

Dentro de las dietas milagro existen diferentes tipos y son:
- Dietas hipocalóricas: son monótonas y presentan deficiencias en nutrientes y al final se produce un aumento de tejido graso.
- Dietas disociativas: se basa en que los alimentos no contribuyen a un aumento de peso por sí mismos, sino cuando se comen en ciertas combinaciones.
- Dietas excluyentes: eliminación de algún nutriente en la ingesta.

Lo que tienen en común estas dietas es que no se perduran en el tiempo y una vez que se abandonan y las personas vuelven a comer con normalidad se produce lo que se conoce como efecto rebote, que se produce en el 95% de los casos, y se debe a que se necesita compensar la energía que no se aportó en su momento y a los mecanismos neuroendocrinos que intentan frenar la pérdida de peso como pueden ser la mayor eficacia metabólica, el ahorro energético y aumento del apetito.

Con esto que se explicó anteriormente sacamos que la mejor forma para bajar de peso sin poner en peligro nuestra salud es llevando a cabo una dieta adecuada (adaptada a nuestro estilo de vida y gasto energético) y realizar ejercicio físico de forma habitual. Este es un proceso más lento, pero también duradero en el tiempo, ya que básicamente se trata de un cambio  en el estilo de vida y no algo temporal. En caso de que hubiera que hacer una dieta hay que recordar que debe ser individualizada, pues no todos tenemos la misma actividad metabólica, ni el mismo ritmo de vida… De esta manera podremos conseguir mantener el peso en el punto que nos interese.

Aquí os dejo un enlace en el que muestra 36 dietas milagro y algunas de las consecuencias que tiene sobre nuestra salud:                      
http://www.consumer.es/alimentacion/aprender-a-comer-bien/dietas-milagro/104716.php

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