jueves, 30 de octubre de 2014

ENFERMEDADES VENÉREAS II

La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual que se puede contraer por contacto con la boca, la vagina, el pene o el ano, ya que las bacterias que la provocan proliferan en áreas húmedas y cálidas.

Los síntomas de la gonorrea pueden ser muy molestos o incluso pueden no llegar a manifestarse, es en este caso cuando la enfermedad se presenta de manera asintomática que produce mayores complicaciones puesto que al no presentar síntomas no se trata a tiempo la enfermedad. Los síntomas de la gonorrea, por lo general comprenden:
  • En el hombre: secreción purulenta a través de la uretra, dolor y dificultad al orinar, aumento de la frecuencia de micción puesto que la inflamación creada por la infección ejerce presión en la vejiga, uretra roja o inflamada, testículos sensibles o inflamados…
  • En la mujer: dificultad al orinar, poliuria, infecciones en el aparato reproductor, aumento de la secreción vaginal, sangrado vaginal entre períodos…
En general, la gonorrea es una enfermedad curable mediante antibióticos, el problema mayor surge cuando no se trata a tiempo ya que pueden producir una infección del cuello uterino que puede provocar infertilidad en la mujer o puede producir un dolor abdominal o pélvico crónico.

La infección por el virus del papiloma humano (VPH) se transmite por cualquier tipo de relación sexual, bien sea anal, vaginal u oral.  Esta infección puede ser causada por más de 150 tipos de virus de VPH, los cuales se clasifican como de alto o bajo riesgo. Los de bajo riesgo suelen dar lugar a verrugas en los genitales, en cambio los de alto riesgo son propensos a producir cáncer de cuello uterino, vulva, vagina y ano en las mujeres y cáncer de ano y de pene en los hombres.
Esta enfermedad se puede prevenir mediante el uso de preservativo, sin embargo se considera que este método no proporciona una completa protección contra el virus, pero la infección por el virus del papiloma humano (VPH) se puede prevenir mediante la vacunación de forma efectiva. Esta vacuna suele administrarse a las niñas antes de los 14 años y a los niños antes de los 11, aunque también puede administrarse en edades posteriores.


Referencias:

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